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Quillarumiyoc, las ruinas incas de la luna

La carretera que nos lleva desde Cuzco hasta Abancay está salpicada de numerosos yacimientos arqueológicos y comunidades de la sierra de gran interés. Ruinas incas que despiertan la curiosidad de los turistas y, especialmente, de los amantes de la historia y la arqueología. A pesar de todo sigue sin ser uno de los destinos turísticos más conocidos del Perú.

Hoy os invitamos a adentraros en «la piedra de la luna», el significado en quechua de Quillarumiyoc, ruinas incas situadas a casi cien kilómetros de Cuzco. Consta de cinco mil metros cuadrados en el que puede verse un área de terraza, símbolos tallados en las rocas más grandes, y un antiguo templo dedicado a Quilla, la divinidad de la feminidad.

En la zona arqueológica vive aún una comunidad campesina que es la que se encarga de facilitarnos la visita y servirnos de guía turístico e histórico. Cuentan que estamos en el interior de un recinto sagrado, cuyos orígenes hay que situarlos hace más de tres mil años. Hoy en día ha sido acondicionado con caminos de piedra bien señalizados, lo que favorece sin duda el recorrido.

Desde un primer momento nos asalta el ambiente místico y de misterio que envuelve a todo el complejo. Los incas construyeron calendarios lunares y templos dedicados a esta deidad, preferiblemente en lugares retirados y en los que la naturaleza fuera exhuberante para así estar en contacto con ella. Quillarumiyoc es un fiel ejemplo de ello.

No es este recinto una de las ruinas más conocidas de Perú. Sin ir más lejos fue en la pasada década cuando se iniciaron los trabajos para adecentar el recinto y relanzarlo desde el punto de vista turístico. No se explica el porqué de este desconocimiento ya que se trata de un enclave fascinante y mágico. El barranco en el que se encuentra, las grandes rocas que lo forman y los dibujos tallados en ellas nos transportan a miles de años atrás.

– Cómo llegar a Quillarumiyoc

Hay que salir en coche desde Cuzco o bien un autobús que une esta ciudad con Incahuasi. Desde aquí se marcha a pie hasta las ruinas (trayecto de veinte minutos).