La Laguna de Pacucha y su leyenda
Perú es un país que se destaca sobre el resto especialmente en la riqueza de sus vestigios arqueológicos y la belleza de su naturaleza. Hay rincones que os dejarán sencillamente maravillados, como por ejemplo la Laguna de Pacucha, considerada una de las lagunas más grandes y más hermosas del país.
Para visitarla tenemos que ir hasta la ciudad de Andahuaylas, que dista unos 15 kilómetros de la laguna. Cuenta con 728 hectáreas de extensión y tiene una profundidad máxima de treinta metros. Desde la propia Andahuaylas hay un servicio de autobuses que nos lleva directamente a la laguna, ya que es uno de los lugares más turísticos de la zona. Incluso hay un albergue junto a la laguna para alojarse y pasar al menos un fin de semana.
Impresiona el poderoso azul de la laguna, como queriendo competir con el del cielo. El entorno natural también ayuda para que nos encontremos en un lugar casi mágico que, como casi todos los lugares hermosos del Perú, cuenta con su propia leyenda. Relatan los lugareños que en el lugar donde hoy se puede ver la laguna existía una ciudad conocida como el paraíso celestial, por estar en un enclave de extraordinaria belleza.
Sin embargo, sus habitantes eran corruptos y malvados. Un día se celebraban las bodas de dos de las familias más importantes de esta ciudad. Durante el banquete un anciano mendigo se acercó pidiendo caridad, pero al ver los invitados sus harapos y su condición lo echaron con insultos. Justo antes de salir de la ciudad el anciano fue atendido por Mama Petecc, una campesina de esta ciudad, quien le da de comer.
El anciano le confiere un secreto: «abandona inmediatamente esta ciudad con tu hijo y no mires atrás en ningún momento». La mujer, asustada, le hace caso y huye de aquel lugar. Estando ya a unos kilómetros de repente ve cómo el cielo se oscurece y comienzan a caer lluvias y truenos de gran intensidad. Muerta de curiosidad, se vuelve y descubre cómo la ciudad se inunda completamente convirtiéndose en una laguna.
La mujer, por no hacer caso a las recomendaciones del anciano, sufre el castigo de quedar petrificada como estatua humana. Esta estatua puede verse hoy representada junto a la laguna.

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Este lugar es muy hermoso, mis padres (que son naturales de allí) me hablan maravillas de su tierra. En la actualidad tengo 18 años y por fin podré ir a conocer mis raíces.
Es muy bello saber que promocionan nuestra bella laguna por otras lares. Un abrazo hermanos, si desean ir por ahí pregunten por la familia Montes – Quispe; con gusto les atenderé.
Hola Kevin
Como ubico a tu familia Montes-Quispe? Algun email al que se les pueda escribir para pedir informacion?
Gracias