Complejo Arqueológico Cajamarquilla, escapadas desde Lima
Desde la ciudad de Lima tenemos la posibilidad de acercarnos a diferentes sitios impactantes por su antigüedad y belleza.
Esto es lo que sucede al llegar al Complejo Arqueológico de Cajamarquilla, que se ubica a poco más de 20 kilómetros del mar en el distrito de Lurigancho–Chosica, en el Valle del Río Rimac, con la quebrada de Huaycoloro como paisaje.
A primera vista este complejo arqueológico cercano a Lima nos hace acordar a un laberinto, pero al mirar con atención notamos que es una ciudadela intrincada pero con un efectivo sistema de calles, pirámides, canchas amuralladas y construcciones de una planta.
Se la considera una de las ciudades antiguas más grandes del país, para conocerla mejor se ha dividido en sectores nombrados en honor a los arqueólogos que se han dedicado a ellas: cuatro conjuntos con una pirámide redondeada como edificación principal junto con residencias de una planta y sus plazas son denominados: Villar Córdova, Julio Tello, Sestieri y Jorge Muelle; dos recintos amurallados con una pirámide central, denominados D´Harcourt y Kroeber. Completan el complejo recintos sin pirámide que se asemejan a laberintos y algunas estructuras como alejadas que parecen no tener relación con los otros conjuntos.
Los elementos encontrados durante las excavaciones, principalmente elaborados en cerámica, pertenecen al los años 500 a 650 d.c., son en su mayoría elementos de uso cotidiano y están decoradas con motivos en donde predominan líneas, volutas con forma serpenteante y grecas triangulares o semicirculares. Se cree que pertenecen a la cultura Lima, ya que no muy lejos de Cajamarquilla se ha encontrado otro complejo arqueológico, denominado Nievería que se sabe pertenece a esta cultura.
Se supone que la ciudadela fue abandonada por un drástico cambio climático que trajo excesos de lluvia, desbordando al río Jicamarca (que actualmente está seco y solo tiene caudal luego de las fuertes lluvias) y destruyendo los canales y conductos acuíferos que terminaron por inundar la ciudad.
Y otra suposición, indica que luego de ese desastre, volvió a cambiar el clima y Cajamarquilla fue ocupada nuevamente. De cualquier modo, queda en la actualidad una impactante construcción que nos permite descubrir los métodos de construcción y de funcionamiento de las sociedades antiguas de Perú, caminar por sus laberintos y sentirnos parte de su compleja cultura, que todavía no comprendemos del todo.
Foto Vía: Arqueología del Perú

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