Caraz, exuberante naturaleza
Rodeado por montañas, en un paraíso al final del Callejón de Huaylas, en la región de Ancash encontramos una bella ciudad de estilo colonial y manjares gastronómicos.
Se trata de Caraz, ideal para hospedarse y disfrutar de algunos paseos por la naturaleza más pura del Perú, pasear por sus calles tranquilas y saborear sus deliciosos productos regionales como el manjar blanco, una pasta de crema de leche y azúcar que se unta sobre pan o bizcochos; el cuarteado o los helados.
Si le gusta pasear entre campos floridos, no hay mejor lugar en Perú, sus campiñas resaltan de claveles y otras flores que se cultivan con fines comerciales y si le gustan en verdad las plantas, no puede olvidar una visita al exótico pueblo de Puyas Raimondi, a 30 kilómetros de Caraz en el distrito de Pueblo Libre, allí se deslumbrará con maravillosas plantas únicas en el mundo, algunas de impresionante altura.
Incluso, se dice porque hay otras versiones, que el nombre Caraz proviene de la palabra Kjaras que significa “planta de magüey”, de nombre científico Agave Americana, que es abundante en la región y se utilizaba para realizar prendas de vestir, y se tiene registros que al los habitantes de la zona se los llamaba Kjarapishut, que se podría traducir como “los que visten con pencas”
Pero, si prefiere un poco más de adrenalina, tan sólo alcanza con recorrer 25 kilómetros hacia el norte en vehículo motorizado, bicicleta o a pie, para llegar al majestuoso Cañón del Pato, donde se juntan un poco más las cordilleras Blanca y Negra.
El Cañón del Pato posee la central hidroeléctrica que abastece a casi todo el norte medio de Perú, fue cavado por el río Santa, formando su impresionante garganta de más de 15 metros de ancho por 1.000 de profundidad y con la montaña más bella del mundo como marco, el Nevado Alpamayo de 5.947 metros de altura.
Llegar aquí es toda una aventura, ya que los caminos fueron abiertos excavando 39 túneles de 25 kilómetros en los flancos de las montañas. Si tiene experiencia en canotaje, recuerde contratar la expedición que parte de Yungay, a la altura del cerro Pan de Azúcar y finaliza en La Carbonera de Caraz, recorriendo 12 kilómetros del río Santa, en 1 hora y media de dificultad III a IV.
Foto Vía: Panoramio por Eder Lavado

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