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Isla Amantaní, cuna de tradiciones ancestrales

La Isla Amantaní se encuentra ubicada en el lado peruano del Lago Titicaca. En esta isla puedes encontrar a más de ochocientas familias, a las que pertenecen cerca de cuatro mil personas, que son los habitantes originales de la isla, y todos hablan quechua. Este lugar tiene más de nueve kilómetros cuadrados de terreno y sus dos picos, Pachatata que es el Padre Tierra y Pachamama que es la madre tierra, son los lugares más visitados allí.

Para llegar allí puedes tomar un bote todos los días a las ocho y treinta de la mañana en Puno y tienen un recorrido de unas cerca de cuatro horas en las dos direcciones con una parada de diez minutos para recoger gente hacia Puno. En las mañanas también existe la posibilidad de que tomes botes directamente hacia Puno, pero hay otra opción de un bote que también pasa por la Isla de Taquile, que te ofrece algunas horas para la explorarla también.

En los picos de Pachatata y Pachamama se encuentran ruinas pertenecientes tanto a los Incas y Tiwanaku, que te tendrás que conformar con ver por fuera, porque usualmente se encuentran cerrados, a menos que estés allí el vente de enero que es el día de la fiesta anual, en el que la población se divide en dos y cada grupo se reúne en su templo respectivo. Después de lleva a cabo una carrera desde cada pico hasta un punto determinado en medio de las dos y un representante es escogido para correr. Y según dicen las tradiciones, si el que obtiene la victoria es de Pachamama en el año se vendrá una buena cosecha.


Así que entre los turistas uno de los mejores planes allí es subir a estos picos, en especial al Pachamama, que es más alto, y que ofrece una hermosa vista de 360 grados desde donde se pueden ver las islas cercanas, el Lago Titicaca y en días claros hasta las costas en tierra firme. Te recomiendo subir a este pico a tiempo para poder ver el atardecer que es calificado por muchos como espectacular, pero debes lleva una chaqueta porque tan pronto como el sol se oculta empieza a hacer mucho frío.

Todas las noches los locales allí organizan una fiesta, especialmente para los turistas, en la que los visitantes pueden colocarse las ropas coloridas de los habitantes e intentar aprender las danzas locales. En cuanto al alojamiento, cerca de cincuenta familias dejan a los turistas quedarse en sus casas. Pero para que todos obtengan ganancias, los turistas son asignados a las familias mediante un sistema de rotación, así que en realidad no se puede escoger. Allí verás que el alojamiento es muy básico, pero incluye todas las comidas y te permite tener una experiencia real con los locales.

Fotos Vía: kanjiroushi