Ancash, bella y acogedora
Ancash es una provincia que me gusta mucho y a la que vuelvo al menos cuatro veces al año. La comida es muy sabrosa y variada (las truchas son deliciosas), los paisajes son hermosos, la naturaleza es virgen, los baños termales son muy relajantes, es divertido escalar el nevado Pastoruri (o subirlo a lomo de caballo) y descansar o jugar en la nieve, y lo asombroso del complejo arqueológico Chavín de Huántar deslumbra a todos los visitantes. En fin, son muchos los atractivos turísticos de Ancash.
La capital de Ancash es la ciudad de Huaraz, en donde es posible encontrar buenos hoteles y resorts donde alojarse. Los mejores restaurantes se encuentran en el centro de la ciudad, en torno a la Plaza de Armas.
Igual que los mercados artesanales en los que predominan los tejidos hechos con lanas de llama, alpaca y vicuña. Los chullos son los más populares. Pero también encuentras instrumentos musicales como las quenas (flautas incas) y los charangos.
Un lugar que no puedes dejar de visitar cuando vengas a Ancash es el Callejón de Huaylas, un espectacular valle flanqueado por dos cadenas de montañas: la Cordillera negra y la Cordillera Blanca.
Y el otro lugar imperdible es la Biósfera del Huascarán, donde se encuentra el nevado más alto del Perú y las lagunas de Yanganuco.
En cuanto al clima, aunque muchas veces el sol esté radiante, en cuanto te paras bajo la sombra sientes el viento frío y seco característico de la provincia, por ello lo más aconsejable es tener un abrigo a la mano incluso en verano.
La manera más habitual de acceder a Ancash es desde Lima, e un viaje que toma 6 horas por carretera y 35 minutos por avión al Aeropuerto de Anta en Carhuaz. La mejor temporada para visitar Ancash es de abril a setiembre.
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es un dindo tema m gusta ia k m an dejado esa tarea