La naturaleza es protagonista en Padre Abad

Padre Abad

Se podría tomar una parte de Perú, por más desconocida para el “gran turismo” que sea, y convertirla en un resumen de todo el territorio peruano. Por ejemplo, hablemos de la provincia de Padre Abad y podremos ver una sumatoria de bellos paisajes que merecen ser visto. Este espacio, tan agraciado por la naturaleza, es también un lugar lleno de leyendas, algunas de las cuales han servido para darle su nombre.

En cuanto a su ubicación geográfica, debemos señalar que Padre Abad es una provincia que pertenece al departamento de Ucayali y limita con varias ciudades importantes del interior de Perú. Loreto, Huánuco y Coronel Portillo son las provincias que se encuentran en las inmediaciones de este territorio del que estamos hablando.

Como decíamos, Padre Abad parte de la leyenda y cierta fantasía: se dice que una mujer que estaba a punto de casarse huyó y en la partida dejó caer su velo, y al finalizar la misa el cura que estaba brindando los oficios salió en su búsqueda, pero nunca más se lo vio. Allí, en el lugar donde desapareció, apareció la inscripción Padre Abad. Esto no sería visible hoy por la vegetación, dicen los lugareños.

Entre los destinos más atractivos para los turistas, mencionemos que se puede visitar la ciudad de Aguaytía, que está ubicada a unos 287 metros sobre el nivel del mar. Rodeado por una impresionante selva en la que viven algunas comunidades aborígenes, en el lugar se puede ver una importante obra de ingeniería como es el puente colgante de 800 metros que atraviesa el Río Aguaytía.

Otro lugar para recorrer es el Boquerón del Padre Abad, que está a 183 kilómetros de Pucallpa y a 22 kilómetros de Aguaytía. Se trata de un imponente corredor rocoso formado por altas paredes que superan los 100 metros. A lo largo de esta formación, erosionado por la presencia de los ríos cercanos, existen varias caídas de agua y también se han encontrado algunas pinturas rupestres.

Si hablamos de las caídas de agua, no podemos dejar mencionar la Ducha del Diablo, la cual se origina en la Cordillera Azul. La misma tiene un promedio de 100 metros de altura y tiene otros saltos más pequeños, de hasta 8 metros. Otra de las leyendas que se transmiten en Padre Abad es que entre las rocas se pueden ver fenómenos paranormales e, incluso, el perfil del mismo Diablo.

Finalmente hablemos de aquel velo de novia abandonado, el cual ha servido para apodar precisamente al Velo de la Novia, que es otra de las caídas de agua de importancia. Con 40 metros de caída, se trata de un chorro bastante delgado que llega a tener inclinaciones de hasta 60 grados. Como ocurre en todos estos lugares, hay una gran vegetación.

Foto vía: Hugo Arias

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Categorias: Viajar por Peru



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