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Café orgánico, de la selva peruana al mundo

El cultivo de café en la selva de Perú nació aproximadamente en los años 1870. Los campos donde se origina este cultivo se encuentran a tan sólo 6 horas de Lima en el Valle de Chanchamayo.

Se dice que fueron los descendientes de los inmigrantes italianos quienes en el Valle de Chanchamayo comenzaron a cultivar el café, logrando obtener granos de calidad que los distinguen en el mundo.

Tan importante se ha hecho para la vida de la región el cultivo de café que se para su promoción y conservación de su origen histórico se ha creado una ruta turística que muestra la evolución historia del café en la selva central. Los lugares más importantes que recorrerás en esta visita son: Satipo, Chanchamayo y además de Villa Rica y Oxapampa, en la ciudad de Pasco, que también se pueden considerar dentro de la ruta.

Uno de los sitios más bonitos e ideales porque cultivan diferentes variedades de café es la Finca Monterrico que pertenece a la familia Tremolada que desde el año 1875 cambió el paisaje del lugar con los tonos rojos y azul que toman la planta y los granos del café en las diferentes estaciones climáticas.

El toque que distingue a este café peruano cultivado desde hace más de 100 años en la región es su cualidad orgánica, es decir que en ningún momento de su cultivo o proceso de manufactura está en contacto con elementos químicos o no naturales.

Gracias al trabajo de tantos años y familias, Perú se convirtió en el mayor exportador de café orgánico en del mundo. Sus clientes más reconocidos son Alemania, Bélgica y los Países Bajos. Son dos de estas variedades las que se han ganado el mercado, un 40% es la variedad arábiga que se produce en la provincia de Chanchamayo, y el 60% restante, que se cosecha en Satipo,es de la variedad caturra.

Cada año han ido aumentando sus exportaciones manteniendo los costes, lo que le permitió ganarse gran parte del mercado. Este crecimiento dio lugar a la creación de un Instituto Regional del Café, donde se investigan nuevas tecnologías para seguir realizando cultivos orgánicos, en búsqueda de la manera de producir más eficiente y competitivamente sin que los costos suban demasiado.

Otra de sus actividades principales es brindar a los agricultores capacitación técnica, orientación para alcanzar la optimización en el uso de la tierra y la mejora del tratamiento de los granos.

Este trabajo particular le ha valido la mención de «café especial» por algunos organismos internacionales lo que dio un gran incentivo a los agricultores que mejoran su producción año a año.

Foto Vía: Flickr por farmingmatters